Relato Noelia Silva (@NoeLautnerStory)

jueves, 14 de diciembre de 2017

Era muy cobarde y no era capaz de aguantar las emociones fuertes por eso el día que Karina me había propuesto tirarme del muelle no dudé ni un segundo en responderle con un <<¡No!>> rotundo pero nunca había experimentado esa sensación. Ya lo había intentado unas tres veces pero todas sin demasiado éxito, no era capaz. Era una cobarde y una indecisa.  
 Al día siguiente apareció en el muelle un chico alto, rubio y de ojos azules con una botella de alcohol en la mano. Pensé que iba a hacerme daño pero ante la sonrisa que asomó en su rostro en el momento en el que me vio; me relajé. Los chicos que acudían al muelle día tras día también estaban allí pero yo nunca les hacía caso ante su proposición de tirarme al agua desde arriba del todo. Eran muy pesados y a veces me cansaban demasiado porque no dejaban de repetírmelo una y otra vez. Era demasiada altura para mi gusto. No quería darle un disgusto a mi madre y no me atrevía. El chico rubio se acercó a mí. 
 Me llamo Ethan. - dijo mientras me tendía la mano esperando a que yo le dijera mi nombre. No dudé ni un segundo en decírselo. - Soy inglés vivía en Reino Unido pero me he mudado con mis padres con motivos de trabajo. ¾
 No entendía por qué me contaba su vida pero me invitó a sentarme a su lado y siguió hablando. Me contó como su mejor amigo adoraba las emociones fuertes decía que le hacían sentir vivo pero que él nunca se había atrevido a nada. Resulta que su amigo había muerto porque mientras cruzaba en un paso de peatones una furgoneta lo había atropellado. Por eso tenía la botella de Whiskey en la mano y le daba un trago cada vez que tenía una oportunidad. Intentaba ahogar sus penas en alcohol. 
 En momentos como ese es cuando nos arrepentimos de no haber experimentado algo increíble y te aseguro que tirarse desde aquí te hace sentir libre como un pájaro. ¾
 No quería que sus palabras me convencieran pero lo hicieron porque me levanté de donde estaba y empecé a coger carrerilla. Ethan me gritaba una y otra vez que su intención no era convencerme de que me tirara pero dejé de escucharlo cuando noté que mis piernas estaban en el aire sobre ninguna superficie. Volé por unos segundos pero me habían parecido una eternidad y de repente me vi rodeada de mar. No podía respirar y abrí los ojos. Noté un ruido lejano y un brazo que me agarraba con fuerza. Saqué la cabeza a la superficie y vi como Ethan estaba a mi lado.  
 Muchas gracias. - le dije. - ¡Me ha encantado! - dije mientras las lágrimas bañaban mi rostro y él me miraba con una sonrisa. ¾
 No quería que dijera nada, solo necesitaba disfrutar de ese momento como si fuera la última vez. 

 Me preguntaba cómo había llegado hasta mi lado si tan solo habían transcurrido unos segundos pero lo único que me importaba era desacelerar mi ritmo cardíaco y recuperar la respiración.

 
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